
La actividad abordó soluciones tecnológicas para el tratamiento de aguas servidas en zonas rurales y contó con la presentación de Jaime Baeza, Ingeniero Civil, especialista en dicha temática.
En la Universidad de Tarapacá se llevó a cabo un Taller sobre Biofiltro Dinámico Aeróbico, también conocido como Lombrifiltro. La actividad organizada de manera conjunta por las Facultades de Ciencias Agronómicas y de Ingeniería tuvo lugar en la Sala N2 del Campus Azapa y contó con la destacada participación de Jaime Baeza, Ingeniero Civil de la Universidad de Chile, quien estuvo a cargo de la exposición principal.
El taller reunió a estudiantes, académicos y profesionales vinculados al área de recursos hídricos y saneamiento rural, generando un espacio de diálogo y aprendizaje en torno al funcionamiento y proyección del Sistema Lombrifiltro, una tecnología enfocada en el tratamiento eficiente de aguas servidas en contextos rurales, la cual se enmarca dentro de las soluciones basadas en la naturaleza.
Tras la exposición técnica, la jornada continuó con una visita guiada a la planta de tratamiento ubicada en la Facultad de Ciencias Agronómicas. Esta instalación, gestionada por el Comité de Agua Potable Rural San Miguel de Azapa, es del tipo convencional (en este caso de Lodos Activados modelo Aireación Extendida) esto permitió a los asistentes observar en terreno las diferencias de ambas tecnologías y las fortalezas de una respecto de la otra, además de la aplicación del sistema y conocer de cerca su impacto en la gestión del recurso hídrico en el valle de Azapa.
¿Qué es el Sistema Lombrifiltro?
El Sistema Lombrifiltro es una tecnología desarrollada en Chile para el tratamiento descentralizado de aguas servidas, de alto impacto en zonas rurales. Su objetivo es ofrecer una alternativa sustentable, de bajo costo y mantenimiento para comunidades que no están conectadas a sistemas de alcantarillado convencionales.
El Biofiltro Dinámico Aeróbico, también se popularizó como Sistema Tohá, en honor a su desarrollador, el Dr. José Tohá Castellá, quien se desempeñó en el laboratorio de Biofísica de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile. Posteriormente, la tecnología fue patentada por la Fundación para la Transferencia Tecnológica, UNTEC, a mediados de los años 90’.
El ingeniero Baeza, quien fue alumno y tesista del Dr. Tohá, comentó que la idea inicial surgió cuando agricultores llegaron al laboratorio en búsqueda de soluciones, pues trabajaban con desechos de la leche y los arrojaban a un campo de compostaje.
“Cuando llegaron estos agricultores, les mostraron al doctor Tohá lo que ellos estaban trabajando. No sabían si lo estaban haciendo bien, pero sabían que resultaba. Entonces, ahí es donde entra la ciencia: llegar a números. Por ejemplo, la cancha tiene que ser de esta altura, esta superficie, etcétera. Entonces, para eso se requería investigación.”
El Lombrifiltro es una unidad biológica de tratamiento que utiliza lombrices (generalmente Eisenia foetida, también conocida como lombriz roja californiana, adaptada para el medio) que se suman a microorganismos y bacterias que ya vienen presentes en el agua servida cruda, y que convergen en el lecho filtrante, que suele ser viruta de madera, donde finalmente se produce la degradación de la materia orgánica presente en las aguas servidas.
“El agua servida que va cayendo sobre el Lombrifiltro va pasando por la viruta. Se va impregnando la viruta con los desechos, y las lombrices y otras bacterias hacen ahí la digestión, se la comen, por decirlo de una manera sencilla. Y la gracia es que esto se va transformando con el tiempo en humus de lombriz. Esa es una de las grandes diferencias con los otros sistemas que producen un lodo, que tiene todo otro proceso”, explicó el ingeniero Baeza.
Sus ventajas
De acuerdo con el ingeniero Baeza, las principales ventajas de este sistema tienen relación con los costos tanto de instalación como de mantención, comparado con otras soluciones, tales como el lodo activado y la laguna aireada.
“En inversión, no resiste comparación… Los otros sistemas requieren más inversión en equipos y en construcción misma”, añadió al respecto.
Asimismo, hay otros beneficios que son consecuencia del proceso, tales como el mencionado humus de lombriz y la calidad del agua filtrada: “Esta es una agua súper potenciada, porque imagínate que pasa por un compostaje, entonces viene con muchos nutrientes”.
Posibles aplicaciones
Walter Imaña, destacó el aporte que significó la charla del ingeniero Baeza para sus labores.
“Fue interesante el taller, por el tema de los costos. Nos explicaron que todo todo el trabajo de la limpieza de los lodos era en base a lombrices ¿cierto? En cambio, lo que nosotros tenemos es una planta de lodos activados que trabajan con energía eléctrica y unos sopladores. Entonces, el costo era era muy superior a lo que nos planteaba en la charla”, destacó Imaña.
Asimismo, no descartó la posibilidad de implementar el sistema a futuro: “En realidad, la mantención de la planta en este momento para nosotros es muy costosa, porque sólo en energía eléctrica se paga sobre el millón de pesos mensuales. Además, los otros implementos que se usan en la planta deben tener un costo mensual de alrededor de dos millones de pesos. En cambio, el otro sistema era mucho más económico, y por esa parte nos interesaba mucho ver la posibilidad de implementar el lombrifiltro en el futuro”.
