El Dr. Rafael Aránguiz realizó una exposición sobre mapas probabilísticos de inundación por tsunami en el Departamento de Ingeniería Mecánica.
En la penúltima semana de agosto, el académico de la UCSC, Rafael Aránguiz, Ingeniero Civil y doctor en Ingeniería de la Universidad de Waseda, Japón, visitó el Campus Saucache de la Universidad de Tarapacá, donde expuso la charla “Mapas de inundación por tsunami, enfoque probabilístico: Arica y zonas costeras de Chile”.
Asistieron a la actividad principalmente alumnos del Departamento de Ingeniería Mecánica (DIM), y además se contó con la participación de los académicos Edgar Estupiñan, director de dicha unidad y Cristóbal Castro, profesor del ramo Mecánica Computacional, curso electivo de formación profesional del DIM.
Tal como lo menciona su título, la exposición del Dr. Aránguiz estuvo centrada en las simulaciones de inundación por tsunamis, las cuales aportan desde la ingeniería un enfoque más preventivo y de largo plazo en las construcciones.
El interés del académico en estudiar estos fenómenos surgió hace unos 17 años atrás, cuando realizó uno de sus postgrados en Dinamarca, pues se encontró con una realidad donde los estudios sobre terremotos y tsunamis eran de gran interés.
“En Dinamarca, donde no hay terremotos, estudian los tsunamis a raíz de lo que había pasado en el océano indico. Entonces ahí surgió esta idea de estudiar los eventos en Chile, sabiendo que teníamos terremotos y tsunamis muy grandes a lo largo de la historia, y hasta el momento era muy poca gente que lo estaba haciendo”, relató Aránguiz.
Derribando mitos
En la presentación, el Ingeniero Civil desmintió los diferentes mitos en torno a los tsunamis y sismos, los cuales son importantes de esclarecer al momento de priorizar la planificación y seguridad en una construcción.
De las tres etapas de un tsunami: generación, propagación e inundación, existe una serie de creencias, que surgen a partir de las características de un sismo. Al respecto, Aránguiz advirtió que se debe tener en cuenta que los terremotos no ocurren en un “punto”, sino en una “gran zona”.
Asimismo, agregó que incluso si el epicentro de un sismo es en tierra, la posibilidad de tsunami no debe ser descartada.
En cuanto a la magnitud de los sismos, Aránguiz explicó que esta puede tener diferentes variaciones respecto de la inundación. Un ejemplo de ello son los denominados tsunami earthquakes, fenómeno donde a partir de un terremoto puede desencadenarse un tsunami mucho mayor.
Relevancia de los mapas probabilísticos
De acuerdo con el académico, la importancia de las simulaciones que pueden desarrollarse en la ingeniería radica en la realidad geográfica de Chile, pues en un país con más de 6000 km de costa que además basa su economía en importaciones y exportaciones, los mapas probabilísticos se vuelven necesarios.
“El año 2010, cuando ocurrió este terremoto y tsunami en Chile central, quedó demostrado de alguna manera que dicho tsunami no estaba siendo considerado en muchas decisiones: en la planificación y mucho menos en el diseño de estructura”, reflexionó Aránguiz al respecto.
Además, agregó que, si bien “los puertos tendrán que estar en la costa, al igual que muchas industrias, como las plantas desalinizadoras, es importante considerar esta variable en el diseño y de alguna manera construir estructuras y sistemas que sean más resilientes”.
Sobre la información relevante con la que se debe contar, Aránguiz señaló que deben tomarse en cuenta varios aspectos.
“Lo primero es tener información detallada de la batimetría, o sea del fondo marino, y de la topografía en terreno. Eso es primordial, si yo no tengo esos datos es difícil obtener algo representativo. Lo segundo, es tener algún modelo numérico que entregue soluciones adecuadas, y lo último es que los escenarios que uno analiza también sean creíbles, que sean físicamente posibles, de acuerdo con la geometría que tenemos y las condiciones físicas de cada lugar”, explicó el académico.
Al respecto, otro punto importante corresponde a la generación de “escenarios sintéticos”, a los cuales se recurre cuando no hay suficientes casos registrados para realizar un estudio.
A partir de lo planteado en la charla, esto ocurre en el caso de las regiones XV y I, pues los terremotos más grandes registrados datan de 1868, en Arica con una potencia de 9,0 Mw; 1877, en Tarapacá, con 8,3 Mw, y finalmente el de 2014, en Arica e Iquique, con 8,2 Mw, siendo este último el más reciente, lo que implica una considerable laguna sísmica.
Un mapa probabilístico requiere de muchos escenarios, de acuerdo con el académico, de lo contrario sería determinístico. Para evitar que estas simulaciones escapen de parámetros reales, existen modelos de control, de las cuales también se conversó durante la charla.
El mapeo fue uno de los puntos expuestos que más llamó la atención de Natanael Cossio, estudiante de Ingeniería Civil Mecánica de la UTA, quien asistió a la charla.
“Las simulaciones que han hecho con respecto al mapeo geográfico que hay me pareció bastante interesante, porque no abarca solamente un aspecto numérico, como la simple teoría, sino que van a algo más real, y eso es lo que, por lo menos a mí, me llama mucho la atención. Para mí es muy útil, es lo innovador en este caso, porque ya hablamos más certeza”, comentó.
Diversos puntos de vista
Aránguiz comentó durante la charla que existen posturas diferentes entre la geofísica y la ingeniería al momento de abordar estos fenómenos, las cuales en ocasiones no coinciden, y que por ello es relevante buscar un punto de encuentro.
“Muchas veces los colegas de las ciencias de la tierra están interesados en predecir cuál es el próximo evento que va a ocurrir; eso es útil para estar preparados para dicho evento, pero no necesariamente para planificar en el largo plazo. Entonces, ahí hay que llegar al consenso, para definir cuáles son los escenarios con los que vamos a trabajar, en definitiva. Eso hemos hecho en el taller que estamos realizando aquí en Arica, con expertos de Chile y Perú, que busca definir cuáles son los escenarios de terremoto y tsunami que vamos a analizar en esta zona geográfica”, concluyó Aránguiz.