Durante la charla, Federico Iriberry, reconocido ingeniero comercial de la Universidad del Desarrollo, relató sus tropiezos, aprendizajes y casos de éxito en el ecosistema de las startups e innovación.
Con un toque de humor, Federico Iriberry Carbonell, cofundador y CEO de Broota, presentó la exposición “El poder de los tropiezos: cómo el fracaso impulsa la innovación y el espíritu emprendedor”, la cual estuvo dirigida a estudiantes de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Tarapacá.
La charla tuvo lugar en el auditorio Ricardo Durán Arriagada del Departamento de Ingeniería en Computación e Informática y se realizó en el marco colaborativo del proyecto Ingeniería para el desarrollo sostenible de las regiones (Programa ANID Nueva Ingeniería para el 2030) y de la Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL UTA).
Estuvieron presentes en la actividad estudiantes, académicos y docentes directivos de la Facultad de Ingeniería y profesionales de la OTL UTA y del proyecto Ingeniería 2030, además de alumnos y alumnas de la carrera de Ingeniería Comercial (Facultad de Administración y Economía).
El fracaso como aprendizaje
El punto central de la charla dictada por Iriberry fueron sus fracasos durante sus primeros años en el mundo del emprendimiento, lo cual para el ingeniero comercial no es algo necesariamente negativo, sino una oportunidad de aprender y el resultado de “tomar acciones”.
Uno de los consejos que dio a las y los estudiantes para tolerar la frustración en situaciones adversas al momento de emprender es contar un objetivo claro, el cual muchas veces puede ir más allá del “beneficio personal”.
“Creo que para mí es súper relevante que ellos y ellas encuentren un propósito con el cual tratar de emprender y levantarse a probar cosas. El propósito te ayuda a tener algo más que sólo hacerlo por la plata”, recomendó Iriberry.
Por otro lado, relató cómo fue pasar del mundo laboral tradicional al ecosistema del emprendimiento, en cual existe mucha incertidumbre para quienes recién están comenzado.
“En el trabajo tradicional, por decirlo de alguna forma, el sueldo llega igual, hagas o no bien la pega. Puedes ser uno más del montón y pasar sin pena ni gloria (…) Pero cuando vas a emprender, no hay nada. Entonces, te queda como tarea de buscar los recursos, conseguirlos, ser creativo y curioso, porque no hay ninguna comodidad. Si no hago bien la pega, en tres meses más no hay sueldo para el equipo y toca tomar decisiones difíciles”, explicó.
Lazos entre startups e inversionistas
Federico Iriberry en la actualidad es CEO de Broota, plataforma pionera en crowdfunding de inversión en proyectos Latinoamérica, cuyo propósito es vincular empresas emergentes que buscan financiamiento con aquellas personas que tengan el capital para apoyarlas.
De acuerdo con la exposición, hoy en día Broota cuenta con 67 campañas exitosas, más de 3 mil usuarios que han invertido y más de 23 mil millones de pesos chilenos en inversiones.
Asimismo, varios de los casos de éxito han sido startups relacionadas con la industria alimentaria, tales como Algramo, GoodMeal y WildFoods.
Para Jerson Tarrillo Esquen, estudiante de Ingeniería Comercial de la UTA, conocer la trayectoria de Iriberry y el trabajo de Broota fue uno de los temas que más le llamó la atención durante la charla.
“Todo lo que está haciendo es bueno para los pequeños emprendedores que queremos empezar algo nuevo y tener el conocimiento para hacerlo. Gracias a él, ahora me motiva más en seguir mi carrera y, en un futuro, poder emprender algo propio y tener éxito”, comentó el estudiante.
Los peligros de la subsiditis
Otro de los temas relevantes conversados en la charla correspondió a los financiamientos que otorga la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO), organismo en cual trabajó Iriberry antes de cofundar Broota.
Subsiditis fue el término utilizado por el ingeniero para referirse a un problema muy frecuente en las empresas emergentes, el cual consiste en sólo depender del financiamiento estatal, mas no encontrar la oportunidad de sostenerse por sí solas.
“En general te diría que Chile es un ecosistema de emprendimiento muy subsidista. Para todo CORFO nos tiene que salvar o inventar un subsidio para ayudar a crear un programa o incubadora, que en realidad es importante, pero yo creo que la CORFO tiene que ser lo que dé el apoyo inicial y empujarnos rápido a buscar ser autosustentables”, reflexionó el ingeniero.
En esta misma línea, Iriberry hizo énfasis en que dichas prácticas “malacostumbran al ecosistema” y que, de acuerdo con su experiencia, para los inversionistas ya no es necesariamente una buena señal que un emprendimiento haya sido financiado por dicha corporación.
“Yo que llevo 15 años en esto, he visto infinitos emprendedores viviendo del Estado, y hacen lo mismo: presentan un proyecto distinto, pero viven del CORFO. No están preocupados de lo importante, que es tener un negocio rentable que crezca”, aseguró.
En relación con el financiamiento, Iriberry comentó en la charla que una de las mayores causas por las cuales las startups no pueden surgir, corresponde precisamente a la “falta de caja”, y además, planteó que el trabajo principal de un CEO o gerente general, es velar por ello y mantener el foco en ser sustentables.
Asimismo, aconsejó que salir de la zona de confort, tomar decisiones en base a datos (Data-Driven Decision) y emprender bajo el método de actuar y pensar (Entrepreneurial Thought & Action) son claves para lograr dicho objetivo.
Al finalizar la actividad, académicos del Departamento de Ingeniería Mecánica guiaron al expositor en un recorrido por los laboratorios de dicha unidad.