El recorrido por la planta solar realizado por académicos, docentes y profesionales del equipo Ingeniería 2030 tuvo como fin fortalecer la vinculación e identificar oportunidades para las próximas generaciones de ingenieros e ingenieras de la universidad.
Este martes se realizó una visita al Parque Fotovoltaico Willka, al cual acudieron representantes de la Facultad de Ingeniería, además de profesionales del equipo Ingeniería 2030.
La actividad estuvo a cargo de Eduardo Gálvez, en calidad de director subrogante del Departamento de Ingeniería Mecánica, y contó con la presencia de funcionarios de apoyo a la docencia de dicha unidad, académicos y docentes directivos de la facultad.
El recorrido a este parque solar, ubicado en el sector Pampa Dos Cruces, tuvo como fin conocer sus instalaciones, fortalecer la vinculación con el entorno e identificar oportunidades para las futuras generaciones que egresen de las diferentes carreras de ingeniería.
El Proyecto Fotovoltaico Willka inició en 2021 y la construcción del parque tomó alrededor de un año, dando como resultado una planta con más de 194 mil paneles solares bifaciales y 26 inversores, de la cual se espera que abastezca de energía limpia a la región durante las próximas tres décadas, mediante el sistema interconectado.
“Hace 20 años era impensable construir un parque de este tamaño”, comentó Luis Espinoza, director del proyecto y guía de la visita.
De acuerdo con Espinoza, la inversión del proyecto está en la orden de 100 millones de dólares, lo que permitirá una generación de 108MW máximos y una potencia nominal útil de 98MW.
Al respecto, Diego Villagra, Jefe de Carrera de Ingeniería Civil Industrial (ICI) y académico a cargo del eje de Vinculación con la Industria del proyecto Ingeniería 2030, enfatizó en la importancia de que la región pueda contar con una planta de tal envergadura.
“Que tengamos ya realmente instalado en Arica una planta capaz de abastecer electricidad a toda la ciudad es un hito que todos esperan, que podamos tener un abastecimiento constante, o por lo menos, más parejo”, afirmó.
En relación con el proyecto Ingeniería 2030, Villagra comentó que “obviamente vincularnos con las empresas productivas de la región es sumamente importante para que nuestros alumnos, los futuros ingenieros, y especialmente los ingenieros del año 2030, tengan la visión que tiene todo el mundo: la energía renovable, la empresa sustentable y la empresa responsable con la comunidad. Es lo que el ingeniero de hoy tiene que saber y conocer”.
Asimismo, Ramón Guirriman, director del Departamento de Ingeniería Eléctrica-Electrónica (DIEE) y académico a cargo del eje de Capital Humano y Gestión del Cambio, destacó que con la construcción de la nueva línea de 220kV se podrá inyectar más energía al sistema interconectado, lo que incidirá en la habilitación de futuras centrales solares fotovoltaicas en la región.
“Otro aspecto relevante de esta planta, en particular, es el uso de la tecnología fotovoltaica bifacial, lo que por su mayor eficiencia permite generar más energía por unidad de superficie de módulos fotovoltaicos”, agregó.
En esta misma línea, el director mencionó que el DIEE imparte asignaturas directamente relacionadas con las tecnologías actuales de generación de energías renovables y tradicionales, por lo que el proyecto Ingeniería 2030 es una oportunidad de revalidar los planes de estudio para enfrentar los desafíos futuros.
Por otro lado, Espinoza mencionó durante la visita que en una segunda etapa del proyecto se planea trabajar con baterías de Ion-Litio para almacenar la energía, las cuales alcanzan una vida útil -con mantenimiento- de hasta 20 años. Aunque se ha tratado de un proceso lento, pues las compras pueden tardar alrededor de dos años. Debido a que en la actualidad la demanda mundial es elevada, este tipo de almacenamiento es mucho más accesible que hace un par de décadas atrás.
Responsabilidad social con la comunidad
Luego del recorrido por la planta solar, se realizó una visita a la Asociación Indígena Wali Qhantati, con quienes ha estado trabajando el proyecto Willka, asesorados por Virginia Rangel, life coach de la empresa MYTILINEOS.
A la fecha se han donado 20 paneles solares para fomentar el desarrollo de dicha comunidad aledaña. La instalación de una versión pequeña del parque abastecerá de energía propia a los agricultores y agricultoras de la asociación. En esta misma línea, se han realizado talleres de comunicación efectiva.
Durante la conversación con la comunidad, Eduardo Gálvez recalcó el compromiso de la universidad y de la facultad de contribuir a Wali Qhantati.
“Nosotros nos comprometemos con los talleres. La idea es que podamos colaborar con esta iniciativa, en principio, con cocinas solares, ayudar a la gente a construirlas y a elaborar alimentos locales con energía solar, en este caso”, afirmó el académico.
Asimismo, se plantearon ideas de talleres con enfoque en recursos hídricos para capacitar a los vecinos y vecinas, lo cual para Dori Maita, presidenta de Wali Qhantati, es de suma importancia para la comunidad.
“Lo que me interesó mucho fue el tema del agua. Nosotros gastamos mucho dinero en cuanto al agua. Son 150 mil pesos que nos cobra el camión por 28 mil litros de agua. A veces, en verano son dos veces que sube el camión, y en invierno una vez o cada veinte días (…) También nos falta mucho en cuanto a tratar las plantas, ya que se nos juntan las plagas”, explicó.